¿Qué no hacer?

Hay algunas actitudes que adoptan los padres que más que ayudar, hacen que los niños se angustien y que les aumente la sensación de que algo han hecho mal. Por eso, NUNCA hay que:
 
1.Hacerle creer que lo que le ocurre no tiene importancia (“a quién no le han pegado alguna vez en el colegio”).
 
2. Echarle la culpa a la escuela o a los profesores (“ya le decía yo a tu padre que en este colegio ibas a tener problemas“). O echarle la culpa a nuestro propio hijo (“ya te dije que con esa ropa que llevas no podías ganar amigos“).
 
3. Enemistarnos con los padres de los niños acosadores (buscar culpables no ayuda a resolver los conflictos).

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